NUESTRA HISTORIA
Más de cuarenta años de tradición
La actual Grotta es la respuesta de la inquietud de un joven tossenc, Enric Jordi Vilà, que entonces contaba con 22 años. La fundó en el verano de 1970, la que era y es su casa, en medio del precioso casco antiguo de la villa de Tossa de Mar.
Al final de los años 60, el local comenzó a rodar como bar musical bajo elnombre de La Grota (con una t) y pronto pasó a ser muy conocido entre los turistas que visitaban nuestra pequeña población costera. Aquí, no sólo trabajaba, si no que también vivió algunos de los momentos más importantes de su vida: fue donde conoció a la que es su esposa, Cristina; y sentados en los viejos taburetes de aquella barra de madera es donde le pidió matrimonio, hace ahora 41 años.
Su vida la ha pasado aquí
Poco a poco, fue transformando La Grotta de acuerdo a los diferentes tiempos que llegaban. Así pues, convirtió el bar musical en un frankfurt coincidiendo con el verano que concluía con la llegada de su primera hija, Berta. Más tarde, hacia el año 1981 decidió pasar de servir frankfurts a cocinar platos combinados, con ayuda del abuelo Josep i la yaya Cristina. Aquel invierno nacía su hija pequeña, Carina. Finalmente, en el año 1986, la demolición del antiguo edificio de La Grotta dejó paso a la inauguración de la nueva La Grotta (con dos t): la pizzería tradicional al horno de leña.
Entre estas paredes, a parte de trabajar, se han celebrado aniversarios, berbenas, fiestas populares y ha dado sus primeros pasos sus hijas y ahora no hace mucho los han dado sus nietos. Después de tantos y tantos años a la cabeza del negocio familiar, ha cumplido una etapa. En el año 2013 se jubila para así, finalmente, poder veranear en Tossa por primera vez después de más de 40 años.
Hoy en día, nosotros (sus hijas y sus nueros), continuamos con lo que él inició a los 22 años, siempre fieles al espíritu de trabajo diario, dedicación y servicio de La Grotta.